Lo cierto es que los vecinos de las calles Maestro Serrano y Santa Ana decoraron sus fachadas con guirnaldas, pétalos de flores y plantas de primavera en el pavimento para recibir a la patrona. La Virgen, que no se le escapa ningún detalle, se dio perfecta cuenta del trabajo realizado en equipo por el vecindario. Le agradó. Le agradó que se pusieran de acuerdo para animar la calle.... Y es que la Virgen tiene ese singular atractivo entre los mortales del que no gozan otros protagonistas del santoral.. "Yo no creo en Dios.... pero a mi Virgen que no me la toquen".
También detecté que muchas personas estaban dispuestas a echarse la Virgen al hombro, incluso unos rumanos cogieron las andas a la bajada de Santa Ana. También lo hizo Pedro Ortuño, el paisano que estuvo de Misionero en Alto Volta, hoy Burkina Faso,pais del que hace unos dias pudimos ver una serie de imagenes de su gente, realizadas por Juan Olivares.